Año de publicación: 1815
Nº de páginas: 474
Editorial: Debolsillo
Obra maestra de la narrativa del XIX y una de las grandes novelas de Jane Austen, Emma cuenta la historia de una inteligente y laboriosa joven empeñada en hacer de Celestina de todas sus amistades. Cuando su institutriz, amiga y confidente decide contraer matrimonio, Emma Woodhouse se queda sola con sus propios sentimientos y se enfrenta al vacío de su vida y a la penosa tarea de intentar que los demás lleven una vida tan perfecta como la suya. Todos sus trabajos de manipulación sentimental crean a su alrededor una telaraña de enredos, malentendidos y confusiones que ponen a prueba su propia confianza en sí misma. Novela exquisita y espléndido retrato de la Inglaterra de provincias de principios del siglo XIX, Emma es una obra imperecedera y su protagonista ocupa uno de los lugares de honor en la galería de inolvidables heroínas de la literatura universal.
Muy en la línea un tanto irónica y mordaz de la autora, en esta ocasión nos presenta a una protagonista vivaz e inteligente que no puede evitar manipular todo cuanto sucede a su alrededor, siempre con las mejores intenciones. A pesar de ello, su visión personal del mundo le juega malas pasadas y, más que ofrecer ayuda, acaba creando las más variopintas complicaciones.
El peso de la obra prácticamente al completo recae en el trabajo de desarrollo de personajes y los diálogos a través de los cuales conocemos las debilidades de cada uno. En la hipocondría del señor Woodhouse y en su insistencia sobre los mejores cuidados para la salud de los demás, vemos reflejada la propia actitud de Emma aunque ella la aplique en otro ámbito. La impertinencia de la señora Elton, la zalamería del señor Frank Churchill, la inocencia de la señorita Harriet Smith… todos estos caracteres dan lugar a los intercambios más fructíferos.
Hacia el final del libro veremos cómo Emma va percatándose de todos los errores que ha cometido en su juicio hacia los demás e incluso hacia ella misma, martirizándose y enmendando todo lo que está en su mano, aunque en la mayoría de los casos las cosas vuelven a su cauce natural por sí solas.
Después de haber leído otros dos libros de la autora, se hace evidente un detalle común: cuando una mujer habla halagadoramente de las propiedades de un personaje masculino, tanto en calidad como en extensión, es claro que hay cierto interés amoroso o que este surgirá antes o después. Si el apunte tiene lugar a partir de la segunda mitad del libro, este interés acabará en boda más que probablemente.
A pesar de la barrera temporal con la que nos chocamos a veces durante la lectura, Austen consigue mantenernos pegados a sus páginas con las contantes idas y venida de sus personajes, las apariencias engañosas que entrevemos pero no nos atrevemos a resolver y la promesa entredicha, como siempre, de que habrá un final feliz para los protagonistas.
Mi versión de la portada:
¡Me encantaron el libro y las series! La verdad es que Adoro a Jane Austen ❤ Preciosa la portada!
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Las series de Austen de la BBC son muy buenas 🙂 ¡Gracias por tu comentario!
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